La mayoría de las personas no es consciente de que desconocemos cómo se forman realmente los relámpagos es las nubes. A continuación presento algunos argumentos en contra de la creencia popular acerca de la causa que genera los rayos. La respuesta más simple es que el rayo en absoluto se genera ahí. Las nubes forman simplemente un camino conveniente hacia el suelo para que lo recorra la electricidad generada en el espacio.
Sin nubes, es posible tener un “relámpago desde el cielo azul”. Esto ocurre por ejemplo en Venus (si bien, en su caso, el cielo no es azul). Los sistemas medición meteorológica están impulsados principalmente por influencias eléctricas externas.
Consecuentemente el Sol presenta patrones climáticos. Y Neptuno, uno de nuestros planetas más distantes, posee los vientos más violentos del Sistema Solar, aunque recibe muy poca energía del Sol.
Las descargas eléctricas procedentes del espacio exterior causan en Marte enormes torbellinos de polvo y tormentas de polvo gigantescas. Son responsables de la Gran Mancha Roja de Júpiter y de las manchas oscuras de los anillos de Saturno. Son la causa de la existencia de relámpagos en nubes similares a humo en Venus y de los fuegos de San Telmo en algunas de sus montañas. Son también las causantes en la Tierra de la prolongación de los rayos hacia la alta atmósfera, en forma de “duendecillos rojos” (red sprites) y “jets azules” (blue jets), entre 30 y 80 km de altura por encima de las grandes tormentas eléctricas.
Sin embargo nadie está preparado para considerar a la energía eléctrica como objeto de estudio por parte de los sistemas de medición meteorológica.
[ Fuente consultada: Thunderbolts.info ]