El origen eléctrico de Febe

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El origen eléctrico de Febe
Febe, satélite de Saturno. Créditos: NASA/JPL/SSI

Esta luna de Saturno es relativamente pequeña, unos 220 km de diámetro. Su gravedad es 0,224 m/s2, mientras que en la Tierra es de 9 m/s2. Febe es un cuerpo oscuro, unos de los más oscuros del Sistema Solar. Se estima que su temperatura ronda los -200C. Posee la peculiaridad de que orbita Saturno en dirección contraria al resto de sus satélites. En este artículo se argumenta su origen eléctrico.

La primera exploración visual de Febe la realizó la Voyager 2 en 1981, cuando se acercó a una distancia de 2,2 millones de kilómetros de su superficie. El 11 de junio de 2004 la sonda Cassini-Huygens penetró en el entorno de Saturno, pasando a 2.000 km de la superficie de Febe. Esta fue la única vez que la sonda estuvo tan cerca de esta luna de Saturno. Dado que Febe orbita a 13 millones de kilómetros de Saturno, Cassini fue incapaz de alcanzar esa enorme distancia. Lo más lejos que pudo estar fue a unos 3 millones de kilómetros de Jápeto. Puedes consultar aquí información sobre todos los satélites de Saturno.

El misterio de la morfología de Febe

La superficie de Febe está salpicada de cráteres, de manera similar a como presentan muchos asteroides. Existe la gran pregunta de por qué los asteroides con grandes cráteres no fueron destruidos por supuestos impactos de rocas moviéndose a gran velocidad. La misma cuestión puede plantearse con Febe, ¿por qué no se hizo añicos por cualesquiera eventos de impacto que excavaron sus cráteres?. La superficie oscura de Febe recuerda a la del cometa Halley, otro cuerpo oscuro con aspecto de haber sido abrasado a impactos, al igual que el cometa Wild 2. La peculiar característica de estos tres objetos fue contraria a las expectativas de los observadores de la NASA.

El origen eléctrico de Febe
Nomenclatura de algunos de los cráteres de Febe. Créditos: NASA/JPL/SSI

De acuerdo a una publicación reciente, científicos de la NASA describen a Febe como un cuerpo «muy extraño». Asimismo lo consideran como una luna probablemente capturada, en vez de un cuerpo formado, junto con Saturno, en la, así llamada, «nube primordial». Peter Thomas, de la Universidad de Cornell declaró: «En las imágenes de Cassini podemos observar su forma y considerar la modelización de sus cráteres de impacto a lo largo de su historia. Podemos inferir que Febe comenzó directamente siendo casi esférica y no como una forma irregular suavizada posteriormente y convertida en una esfera por la acción de los impactos». Se trata de un argumento que avala su origen eléctrico.

Las imágenes de la Cassini describen a Febe con características similares a las halladas en otras lunas, como por ejemplo Fobos (satélite de Marte). Los bordes de los cráteres poseen estriaciones con hondonadas escarpadas, deteriorándose hacia un lado y duras paredes que aparecen como si hubieran sido cortadas en la roca y en el hielo. Parecen ser peñascos redondeados que se extienden dentro de algunos cráteres, así como en las caras de las paredes del cráter.

Cómo la fuerza eléctrica modeló a Febe

Un examen más cercano arroja dudas sobre la idea de que el cráter mayor pudiera haberse creado por un objeto haciéndose añicos en Febe. La explicación alternativa -formación mediante una descarga de plasma eléctrico- sería una buena base para explicar estas formaciones. La evidencia más obvia son los bordes del cráter con forma de espiral y los barrancos esculpidos abruptamente. Éstas no son las características que se esperarían con la hipótesis de un impacto.

La evidencia visual es consistente con un enorme arco eléctrico cortando una larga cadena de cráteres en un hemisferio, terminando en unas paredes curvas del cañón estrechas y sinuosas. Los cráteres superficiales, los bordes superpuestos y la carencia de restos de impactos merecen también una importante consideración en la teoría de las descargas eléctricas, no sólamente en Febe sino también en el resto de lunas de Saturno.

El modelo de Universo Eléctrico interpreta los cráteres de Febe como marcas de nacimiento. Se trata de un modelo soportado por la experimentación de superficies sometidas a descargas eléctricas, lo cual argumenta su origen eléctrico. Se pueden reproducir a pequeña escala en laboratorio. No olvidemos una característica fundamental de la fuerza eléctrica: es escalable. Al igual que hacen las estrellas, los planetas gigantes gaseosos también pueden expulsar un chorro de materia durante periodos de inestabilidad eléctrica. Las descargas eléctricas entre el padre y el hijo saliente forjan los cráteres circulares. Debido a que no están formados por un impacto mecánico repentino, los cráteres son limpios y no alteran los cráteres adyacentes ni los llenan con escombros.

Representación de Saturno, Febe y Jápeto. Créditos: NASA / JPL-Caltech / SSI

Pensando sólamente en términos de impactos de meteoros, los desprendimientos y otras fuerzas geológicas conocidas, la NASA ignora la única posibilidad que haría que las características discrepantes se vuelvan consistentes. No es otra que considerar el Sistema Solar dinámico eléctricamente en sus diferentes fases de formación, cuando las descargas eléctricas cósmicas esculpieron las superficies de los planetas y de sus lunas.

[Fuente consultada: «Daughter of Heaven«]

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