Un nuevo modelo de la NASA se adentra en el mundo invisible de los Asteroides Eléctricos
Hace apenas 2 años, era impensable cualquier consideración o interpretación de índole eléctrica respecto a la fenomenología de ciertos cuerpos celestes como asteroides o cometas.
Si bien está claro que todavía veremos expresiones del tipo “colas de gas provocadas por la sublimación de hielo en el corazón del cometa”, el estudio que la NASA acaba de hacer público es un giro importante, aunque esperado, que le aproxima a la realidad del nuevo paradigma de Universo Eléctrico. Por ello debemos congratularnos.
Puesto que la NASA se plantea iniciar actividad de minería en asteroides o cometas, se ha visto con la necesidad de analizar y de alertar sobre los riesgos reales de la presencia de campos eléctricos fuertes y peligrosos en dichos objetos.
La interpretación eléctrica queda totalmente patente en la frase remarcada en color naranja al final de este artículo.
Esta es la transcripción del artículo aparecido en la web de la NASA el pasado día 25 de junio de 2014:
El espacio podría parecer completamente vacío, pero definitivamente esto no es así. La actividad eléctrica fluye, invisible a nuestros ojos. La NASA está desarrollando planes para enviar humanos a un asteroide y quiere aprender más acerca del ambiente o entorno eléctrico que nuestros exploradores encontrarán allí.
El viento solar, generado en la superficie del Sol a millones de kilómetros por hora, fluye alrededor de todos los objetos del sistema solar, formando en su camino turbulentos remolinos. Los campos magnéticos transportados por el viento solar se deforman, se retuercen y se quiebran cuando se estrellan contra los propios campos magnéticos de los objetos de nuestro sistema solar, expulsando partículas a millones de kilómetros por hora y enviando corrientes eléctricas que surgen en las tormentas magnéticas que, alrededor de la Tierra, pueden dañar la sensible tecnología de nuestros satélites y nuestras redes de energía eléctrica.
La luz del Sol, cuando incide sobre objetos sin atmósfera tales como lunas o asteroides, expulsa de ellos partículas cargadas negativamente, provocando una fuerte carga eléctrica positiva en las áreas expuestas al Sol. El viento solar es un “gas” conductor de electricidad denominado plasma, a cuya materia le han sido arrancados electrones, formando iones positivos relativamente ligeros. Mientras que las zonas expuestas al Sol tienen carga positiva, las que están en sombra adquieren una fuerte carga negativa cuando los electrones del viento solar entran violentamente en los iones más pesados para rellenar los huecos creados cuando el viento solar los atraviesa.
La superficie de la Tierra está apantallada y protegida de los efectos directos de esta actividad gracias a nuestro propio campo magnético, pero los objetos sin atmósfera que carecen de campos magnéticos fuertes, como los asteroides pequeños, no tienen ninguna protección contra la actividad eléctrica en el espacio.
Investigadores patrocinados por la NASA y con fondos del SSERVI “Solar System Exploration Research Virtual Institute” (Instituto de Investigación Virtual para la Exploración del Sistema Solar), antes llamado NLSI “NASA Lunar Science Institute” (Instituto de Ciencia Lunar de la NASA) han desarrollado un nuevo modelo computerizado que es capaz de predecir y visualizar la interacción entre el viento solar, la radiación solar y la superficie de los asteroides con un detalle sin precedentes.
“Nuestro modelo es el primero que proporciona vistas bidimensionales detalladas de la compleja interacción entre la actividad solar y pequeños objetos como asteroides, utilizando una técnica computacional adaptativa que hace que estas simulaciones sean muy eficientes”, declaró Michael Zimmerman, jefe del proyecto en el Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory en Laurel, Maryland (USA).
Los modelos anteriores son menos eficientes calculando los efectos de la actividad solar sobre superficies complejas como asteroides, debido a que dedican iguales recursos de computación a todas las zonas, de acuerdo con Zimmerman. Su nuevo modelo se adapta al plasma que fluye, aplicando la mayor parte de los recursos a las zonas con actividad más compleja.
“Nuestro modelo puede calcular una interacción entre la actividad solar y el asteroide en unos pocos días”, asegura Zimmerman. “Podría tardar quizás unas algunas semanas – o una supercomputadora – con un modelo antiguo, para poder obtener lo mismo a alta resolución”. Zimmerman es el autor del informe sobre esta investigación, que está disponible en la publicación Icarus desde el 4 de abril de 2014.
Zimmerman y su equipo planean aplicar el modelo para ver si la actividad eléctrica alrededor de los asteroides presenta peligros potenciales para los astronautas.
“Por ejemplo, comprender el entorno eléctrico alrededor de un asteroide podría ayudar a identificar localizaciones donde los astronautas puedan establecer de manera segura un primer contacto con el objeto”, declaró el co-autor William Farell de la NASA’s Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland (USA). “Si un astronauta se encuentra en una nave expuesta a la luz solar, cargada positivamente, y toca una superficie del asteroide a la sombra cargada negativamente, podría producirse un flujo de corriente inesperado entre los dos sistemas bajo contacto. Simplemente, no podemos especular sobre la naturaleza de esta corriente sin este modelo”.
El modelo también puede ser usado pata predecir interacciones entre un asteroide y la nave. “Una de las razones para visitar asteroides es que son un remanente relativamente puro de la formación del sistema solar, así que nos proporcionan pistas sobre cómo se formaron los planetas y la vida originada”, asegura Farell. “Sin embargo, la nave expulsa gases (por ejemplo vapor de agua) que se ionizan, y estos iones emitidos por la nave contaminarán probablemente las superficies de los asteroides que queremos estudiar. Este nuevo modelo de asteroides nos permitirá estimar el grado de densidad de iones y contaminación sobre varias regiones”. Farrell es el principal investigador de uno de los nueve equipos del SSERVI, denominado Dynamic Response of the Environment at Asteroids, the Moon, and moons of Mars (DREAM2) “Respuesta Dinámica del Entorno de Asteroides, la Luna y las lunas de Marte”, que proporciona una parte de los fondos para desarrollar el modelo.
El modelo muestra que el flujo de viento solar sobre un pequeño asteroide muestra un fenómeno que ha sido observado directamente en la Luna, proporcionando confianza en sus resultados. Por ejemplo, sobre la superficie de un asteroide iluminada por el Sol, se forma una nube de electrones bien desarrollada, mientras que detrás del objeto, en el flujo de viento solar, fluye una estela supersónica de baja densidad. Sin embargo, como con cualquier modelo computacional, estos elementos tendrán que ser verificados por mediciones reales en futuras misiones hacia asteroides.
“Eventualmente, también planeamos extender la capacidad del modelo realizando predicciones y visualizaciones 3D, así como añadir la capacidad de simular infraestructura para la exploración de la conductividad eléctrica así como los efectos del campo magnético”, dijo Zimmerman.
SSERVI es un instituto virtual que, junto con socios internacionales, provee científicos y exploradores además de una colaboración virtual. Los fondos de SSERVI proceden del Science Mission Directorate and Human Exploration and Operations Mission Directorate en el cuartel general de la NASA en Washington (USA).
Para más información sobre SSERVI y los equipos miembros seleccionados, visita: http://sservi.nasa.gov
[Traducido y adaptado por universoelectrico.info del artículo original «New NASA Model Gives Glimpse into the Invisible World of Electric Asteroids«. Los 5 primeros párrafos pertenecen a universoelectrico.blogspot.com.es]