Es muy importante volverlo a tratar pues la evolución del Sol en de vital importancia para la Tierra y para la vida en ella.
El Sol, como cuerpo eléctrico, al igual que la Tierra, mantiene un puente eléctrico permanente con nuestro planeta.
Su influencia electromagnética es evidente y, aunque a nivel de seres vivos sintientes siempre apreciamos la misma energía calorífica y luminosidad, su variabilidad electromagnética sí tiene efectos palpables en nuestro Planeta, y eso si que nos impacta directamente a todos los seres vivos que lo habitamos.
Un tema que llama mucho la atención al equipo de GAME (Grupo Amateur de Meteorología Espacial) es por qué el Sol actúa durante este ciclo solar (24) de una forma menos activa e intensa que en anteriores ciclos solares. Gran parte de culpa sobre ello podría ser un posible letargo solar que se podría producir en los próximos años. Por ello el equipo de investigación de GAME lleva durante un par de años investigando sobre ello. Vamos a explicar qué sucede y el que creemos que puede ser el causante.
De forma natural y normal, el Sol cada 11 años revierte sus polaridades magnéticas. Lo que antes era norte pasa a ser sur y lo que antes era sur pasa a ser norte. A mediados del año 2013, podemos apreciar en la gráfica cómo se revirtieron las dos polaridades una antes que la otra (no lo hacen de forma simultánea sino que una detrás de la otra). Actualmente podemos observar cómo hay una “contra-reversión” solar magnética.
Tenemos dos polaridades a la misma vez pero hay otro detalle que no se nos escapa y que es uno de los indicios que nos ayuda y nos anima a seguir investigando sobre el próximo letargo solar que se puede producir en los próximos años. Si se fijan en la gráfica nuevamente, se puede observar cómo en otros ciclos magnéticos, los campos magnéticos polares (los causantes de los ciclos solares y otros fenómenos) eran mucho más fuertes que como son actualmente, e incluso parece que el Sol no tuviera suficiente fuerza magnética como para poder completar la reversión magnética actual.
Este tipo de fenómeno no es nada anormal, ya que se ha descubierto y hemos podido comprobar que cada 176 años aproximadamente de promedio se producen letargos solares o dichos de otra manera, mínimos de actividad solar, aunque unos con menor intensidad que otros.
El último mínimo de actividad solar registrado fue desde el 1790 a 1830 y fue llamado como Mínimo de Dalton. Si contamos desde 1830 y sumamos unos 180 años (los 176 aproximadamente comentados anteriormente) nos daría el año 2010. Está claro que este ciclo solar está siendo de menor intensidad que los otros, pero los 180 años son un promedio y se espera que el próximo letargo solar/mínimo solar se produzca cuando este ciclo solar finalice (estimado para el 2019).
Como ejemplo, decir que en el otro mínimo solar registrado anteriormente al de Dalton, el Mínimo de Maunder, solamente se registraron un total de 31 manchas solares en 70 años.
La previsión del letargo Solar
Pero todo esto (figura 1) no es nada fuera de lo normal ya que si lo comparamos con la figura 2, podemos observar cómo anteriores ciclos solares fueron de una intensidad muy parecida al actual. De hecho, si observamos con atención, el ciclo solar en el cual se produjo el famoso evento Carrington, sucedió durante los primeros meses del ciclo solar 10, lo cual es muy parecido al actual.
Con ello ya podemos saber y conocer que una gran tormenta solar puede producirse en cualquier momento independientemente de que tengamos mayor o menor actividad solar. No obstante, lo que sí podemos decir es que trabajamos bajo probabilidades, es decir, con un ciclo solar mucho más intenso, más probabilidades tenemos a que se produzcan tormentas solares, pero ello no da valor 0 a los ciclos tranquilos e incluso en mínimos solares.
Ahora bien, el tema que puede preocupar es: Si este ciclo solar está siendo de menor intensidad, ¿cómo será el próximo?
La respuesta la podríamos tener cerca, aunque todavía falta para que pasen los meses y obtengamos más datos. Para ello tenemos que fijarnos sobre todo en el movimiento de oscilación torsional solar.
El Sol genera un nuevo flujo magnético cerca de sus polos cada 11 años que migra lentamente, a lo largo de un periodo de 17 años hacia el ecuador y se asocia con la producción de manchas solares una vez que alcanza la latitud crítica de 23 grados. Este flujo magnético se encuentra a una profundidad aproximadamente entre 2.000 y 7.000 km de la superficie solar.
En esta simulación se puede observar en las líneas rojas el movimiento torsional capturado gracias a diferentes técnicas de heliosismología. Durante el ciclo solar las manchas siguen este patrón de caída de latitud marcado por el flujo torsional.
Este flujo magnético oscilatorio torsional es generado antes de que finalice el ciclo solar, de tal forma que se puede tener detalles del siguiente ciclo solar con mucha antelación antes de que finalice el actual. El flujo de oscilación torsional del ciclo 23 por ejemplo se empezó a formar al mismo tiempo que se vieron las primeras manchas del ciclo 22. Los estudios de los últimos ciclos siempre han seguido el mismo patrón, hasta ahora.
Hace ya muchos días que se debería haber iniciado el flujo de la oscilación torsional del ciclo 25 pero esta no parece presentarse. Debería haberse visto en 2008 o 2009, pero por ahora solo hemos conseguido un pequeño indicio muy poco definido con datos de hasta fecha de mediados del año 2012.
Si nos fijamos en la imagen anterior, podemos observar el flujo torsional real (zonas con color más amarillento y rojo) observadas gracias por la red de Heliosismología GONG. Podemos apreciar claramente cómo el flujo torsional del ciclo 24 tardó aproximadamente entre 1,5 y 2 años más en descender hacia latitudes más bajas respecto el ciclo solar 23. Hay que tener en cuenta que las primeras manchas solares suelen aparecer cerca de los 30º grados de latitud (norte/sur). Las manchas solares tienden a ocurrir a lo largo de estas bandas subsuperficiales (flujo torsional), y el sol generalmente se torna más activo a medida que las bandas se acercan a su ecuador, de manera que actúan como indicadores de los ciclos solares. Con ello podemos darnos cuenta que este flujo torsional se ha frenado respecto el anterior ciclo solar. Además en la imagen podemos apreciar cómo estando en pleno ciclo solar 23, el flujo torsional del ciclo solar 24 ya estaba bastante presente. Con ello podemos obtener con antelación datos del siguiente ciclo solar aún estando presente en el actual.
Esto no está sucediendo para el ciclo solar 25. A fecha de la imagen, para los primeros meses del año 2012, todavía no había grandes indicios del siguiente ciclo. No obstante, sí que podemos apreciar entre los círculos marcados en la imagen, cómo empieza a aparecer algún indicio muy tenue sobre los años próximos de nuestro astro rey aunque de una forma muy débil. Para hacernos la idea, tenemos que tener en cuenta que el flujo torsional del ciclo 25 debería de haberse empezado a mostrar hacia finales del año 2008.
Ello puede llevar a la conclusión a que con casi total seguridad el próximo ciclo solar 25 llegará con retraso, con unos 4 años de diferencia aproximadamente. Esto significa que podríamos tener un mínimo de Dalton temporal de menor duración.
El Mínimo de Dalton fue registrado entre 1800 y 1820, en cuyo periodo los ciclos solares fueron de muy baja intensidad e incluso tardaron bastante en aparecer. Dicho esto podríamos decir que el próximo ciclo solar empezaría sobre el año 2024 – 2025 aproximadamente, cuando en realidad tendría que aparecer para 2019-2020. Si además sumamos que este actual ciclo solar 24 empezará a descender ya a partir del año 2014 y finalizar en el año 2019 aproximadamente, tendríamos unos 15 años de letargo solar, en el cual la actividad solar sería muy baja. Incluso podríamos llegar a decir que el próximo ciclo solar 25 sería tan débil que podría llegar a no hacerse notar, haciendo que no tuviéramos prácticamente actividad solar en los próximos 16 años. De esta forma prácticamente habría un salto entre el ciclo 24 y el ciclo 26.
Aún así, es algo totalmente natural y normal. Por suerte con el paso de los años, el mismo Sol vuelve a reactivarse, sin todavía conocer el cómo ni el por qué.
En la figura 5 podemos apreciar, gracias al estudio de varios componentes como el carbono 14 y los anillos de los árboles, la cantidad de manchas solares con datos aproximados (no reales) de muchos años anteriores.
Mediante el conteo del número de manchas solares (Solar Spot Number, SSN) los astrofísicos solares podemos monitorizar y predecir el comportamiento de los ciclos solares.
Además hay que añadir algo más a todo lo anterior. Se ha observado una tendencia de debilitamiento de las manchas solares a largo plazo y, si la tendencia continúa, el campo magnético del sol no será lo suficientemente fuerte como para producir manchas solares durante el ciclo solar 25.
Lo común es que las manchas solares sean oscuras debido al enfriamiento de la zona de la cual emergen y de la intensidad de los campos magnéticos, pero esto está siendo al contrario, cada vez las manchas solares brillan con más intensidad. Esto es debido a lo mencionado anteriormente, el descenso de la intensidad de los campos magnéticos (figura 6) que forman las manchas solares. Todo tendría relación respecto al flujo torsional mencionado antes. Este debilitamiento de las manchas solares las podemos comprobar en la siguiente imagen:
El movimiento hacia el polo de las manchas solares también se relaciona con un “barrido” del campo magnético asociado con un ciclo solar determinado, dando lugar a un nuevo campo magnético y a una nueva ronda de actividad de las manchas solares. Es decir, la polaridad solar se invierte cada 11 años, llegando a alcanzar los dos polos magnéticos en el ecuador justamente en el máximo solar de cada ciclo.
Se podría producir una reactivación magnética por parte de las manchas solares pero por ahora no hay ningún indicio de ello. El Sol podría llegar a un valor inferior a 1.500 gauss y volver a generar fuerza magnética.
En la figura 7 se observa el proceso de inversión del polo magnético del Sol, fenómeno totalmente normal que sucede cada 11 años. Actualmente la polaridad magnética norte va más rápida en el proceso de inversión respecto la polaridad magnética sur. Esta diferencia entre polos magnéticos puede tener relación con el mismo letargo solar. En el siguiente ciclo solar 25, la intensidad del campo magnético del Sol puede verse bastante reducida, haciendo así que no llegue a alcanzar dicha inversión. A partir de ahí el pronóstico sería de un aumento de la intensidad del campo magnético.
CONTINUARÁ...
[ Fuente consultada: BLOG DE METEOROLOGÍA ESPACIAL – La previsión del letargo solar y de su futuro próximo ]
Durante el Minimo de Dalton (1800-1820) ¿hubo consecuencias en nuestro planeta por la poca actividad solar? Un saludo Adolfo! Y gracias…
Hola David, no hay duda de la relación entre la ausencia prolongada de manchas solares, es decir, la baja actividad solar, y las llamadas «Mini Edad de hielo», término que acuñó también la NASA. Ha habido varias con registros documentales históricos, siendo la más agresiva la conocida como «Mínimo de Maunder» (1620-1710). Como dato curioso, en la noche de Reyes de 1709, del 5 al 6 de Enero, la temperatura cae en París de +10º a -30ºC. Te dejo unos enlaces interesantes:
https://es.wikipedia.org/wiki/Pequeña_Edad_de_Hielo
https://es.wikipedia.org/wiki/Mínimo_de_Maunder
https://ladagadeaquiles.wordpress.com/2012/07/15/el-mnimo-de-maunder/
Si esto llega a ocurrir de nuevo próximamente, se dan plazos de entre 30 y 50 años a partir de ahora.
Un saludo,
Adolfo
Muy interesante Adolfo y muy bien explicado. Te felicito. Al parecer queda clara la relación entre actividad solar y temperatura media del planeta, por tanto mi pregunta es:¿ Si el actual calentamiento global es debido en gran medida a la actividad solar, cuanto tiempo tardaremos en notar ese «letargo» del sol en la bajada de las temperaturas medias del planeta.? GRACIAS.
Las grandes variaciones medias de temperatura en la Tierra van de acuerdo a los ciclos de baja/alta actividad solar. En estos dos artículos se hace una valoración de estos períodos. Es el próximo ciclo solar (25), en el cual estamos ya entrando, el que tendrá mínimos históricos de actividad y donde más palpables serán las bajas temperaturas a nivel planetario. Pero considera que el clima está «loco», por lo que es posible que siga habiendo zonas de la Tierra con severas olas de calor o sequía. Sin embargo, sí se apreciará un frío anormalmente extremo en muchas zonas. Gracias por tu comentario! Un saludo