El Sol no es una bola de (con)fusión
«En un plasma de baja densidad, las regiones de carga eléctrica pueden crear grandes caídas de potencial eléctrico. A distancias del orden de decenas de longitudes de Debye«. A tales regiones se les ha denominado «dobles capas eléctricas». Una doble capa (DL) es una distribución simple de carga espacial. Produce una caída de potencial en la capa y un campo eléctrico que se desvanece a cada lado. Las DL se han estudiado en laboratorio durante medio siglo. Sin embargo, su importancia en los plasmas cósmicos no se ha reconocido en general.» (Hannes Alfvén).
El modelo de Sol Eléctrico propone que el Sol se comporta como un electrodo positivo (ánodo). El mismo ocupa un vasto circuito galáctico. El polo negativo del Sol es la heliosfera, extendida en miles de millones de kilómetros de distancia. La heliosfera actúa como un «cátodo virtual». Las DL, tan mencionadas en esta web, aislan el Sol del espacio interestelar.
El viento solar, compuesto por partículas neutras y cargadas, se radian desde el Sol en todas las direcciones. Viaja hacia el exterior del Sistema Solar a una velocidad entre 300 y 700 km/s. Puede consultar AQUÍ los datos actualizados del viento solar.
El modelo de Sol eléctrico
Las partículas cargadas, en su camino, pasan por los planetas hacia el cátodo heliosférico. Sin embargo, la idea convencional sobre la transferencia de calor no explica su aceleración.
Según la opinión clásica, el Sol acelera las partículas cargadas hacia el espacio, igual que se amplifican las ondas sonoras. La energía solar interna viaja hacia afuera a través de «guías de onda acústicas», conocidas como tubos de flujo magnético. Las espículas son grandes chorros de electrones que emanan de las zonas limítrofes entre celdillas de la fotosfera del Sol. Éstas se expanden miles de kilómetros por encima de la fotosfera, transportando el gas caliente.
Tal como propone la teoría estándar del Sol, existe también una «cinta transportadora» recirculando la materia solar hacia las zonas magnéticamente activas del interior del Sol, donde vuelve a ser energizada. En el Modelo de Sol Eléctrico, sin embargo, el Sol es la ubicación de la carga positiva con respecto al plasma interestelar. Las manchas solares aparecen cuando las descargas eléctricas penetran la fotosfera, permitiendo que la carga eléctrica fluya hacia sus profundidades. Tubos de flujo electromagnético dejan expuesto entonces el interior de Sol más frío (menos caliente), de ahí que visualmente sean más oscuras (menos brillantes). La idea de transferencia acústica de calor desde el corazón del Sol no puede ser soportado por ninguna observación del Sol.
La corriente eléctrica se define como partículas cargadas en movimiento, las cuales generan campos electromagnéticos. Las sondas Voyager 1 y 2 han descubierto campos electromagnéticos constriñendo en forma de esfera los límites exteriores de la heliosfera. El espacio interestelar debe estar cargado eléctricamente para que tal estructura pueda existir. Esta observación confirma el Modelo de Sol Eléctrico.
Conclusión
¿Cómo fueron escritos los modelos computacionales previos de las zonas limítrofes del Sistema Solar? Se basan en la suposición de que el espacio interestelar colisiona con el viento solar. De esta manera, éste «labra» el camino por donde circula, formando una «nariz» y una «cola», similar a la estela de un barco. El modelo de Universo Eléctrico propone el efecto opuesto predicho. Las partículas cargadas y el campo electromagnético del espacio interestelar crean una forma esférica.
Como he remarcado antes, el campo electromagnético del Sol acelera las partículas cargadas. Cuanto más se aceleran, más fuerte es el campo. Sin embargo, el campo eléctrico interplanetario es extremadamente débil. Aún así, la aceleración del viento solar conforma su campo eléctrico a lo largo de millones de kilómetros. Lo suficiente como para sostener una corriente de retorno a lo largo del Sistema Solar y de esa manera cargar de energía al Sol eléctrico.
[ Fuente consultada y adaptada por Universoelectrico.info: «Sun Sparks«, Stephen Smith, 18 enero 2019 ]