Los púlsares serían más bien circuitos eléctricos oscilantes
El 4 de julio de 1054, astrólogos chinos descubrieron una repentina estrella cerca de Zeta Tauri, en la constelación de Tauro. Dejaron constancia de que llegó a ser tan brillante que se podía ver de día, pero se apagó en apenas 1 año. Posteriormente John Bevis, en 1731, observó una nebulosa brillante en aquella posición, mientras que Charles Messier registró su observación en 1758. William Parsons, utilizando un telescopio con un espejo metálico de 72 pulgadas de diámetro (183 cm) y 4 toneladas de peso, denominado “el leviatán de Parsonstown”, escribió que la nebulosa se asemejaba a un cangrejo, de manera que fue denominada Nebulosa del Cangrejo. Se trata del objeto NGC-1952. Distancia de la Tierra, 6300 años luz.