Puedes ver la primera parte de este artículo: ¿Agujero negro o plasmoide? (1)
Debemos recordar que cuando se trata de estudiar condiciones en el centro de una galaxia, nos encontramos con algunos datos muy interesantes de nuestra vecindad en la Vía Láctea. En noviembre de 2018 se informó de un sorprendente descubrimiento (ver aquí). ALMA anunció que se estaban formando pequeñas estrellas apenas a unos tres años luz de distancia del hipotético agujero negro supermasivo en Sagitario A* y, de hecho, hay una cita de un informe de Phys.org acerca de ese descubrimiento.
En ese informe se dice que «A esa distancia, las fuerzas de marea originadas por el agujero negro supermasivo deberían ser lo suficientemente energéticas para hacer pedazos las nubes de polvo y gas antes de que pudieran formarse estrellas». Pero puesto que la inexistencia de los agujeros negros ni es ni ha estado desde hace mucho tiempo sobre la mesa como una opción teórica para los astrofísicos, este tipo de descubrimiento, como mucho otros, simplemente se olvidó. O, al menos, no se le dio el énfasis adecuado.
Las estrellas que orbitan alrededor del supuesto agujero negro en Sagitario A* lo hacen muy rápidamente.