A la izquierda de la imagen, dentro del pequeño cuadrado rojo, vemos la Supernova 2005ke, en la galaxia NGC1371. Se trata de una supernova de tipo 1A, utilizada por los astrónomos para medir distancias en el Universo. La imagen se muestran en los rangos óptico, ultravioleta y rayos-X. En este artículo vamos a analizar cómo la Cosmología del Plasma interpreta tanto las estrellas como las supernovas.
Las supernovas de tipo 1A son importantes como consenso de los astrónomos por una razón, sus curvas de luz (gráficos de su intensidad en función del tiempo). Se consideran tan predecibles que se pueden utilizar como reglas de medición cósmica. Desde que se considera que el redshift es equivalente a la distancia, se puede usar esa idea para conseguir una precisión de 1.000 megaparsecs (3.262 millones de años luz). Estas medidas son útiles para determinar la teoría del Universo en expansión.
La teoría de la «energía oscura» se consideró por primera vez a raíz del uso de tales datos. Tomando las lecturas «precisas» del redshift de supernovas de tipo 1A a distancias cosmológicas, se descubrió que la velocidad de expansión se aceleraba. Puesto que toda la materia del Universo (junto con otro concepto oscuro, la «materia oscura») no puede proporcionar una inercia suficiente para provocar ese impulso, se creó la «energía oscura» que constituiría el 70% perdido. Al igual que la materia oscura, la energía oscura es indetectable por cualquier instrumento.