¿Agujero negro o plasmoide? (1)


Puedes ver también la segunda parte de este artículo: ¿Agujero negro o plasmoide? (2)

Los grandes titulares de ciencia espacial en los medios de comunicación internacionales parecen atraer a un gran número de lectores con poca o nula familiaridad con la Cosmología del Plasma (modelo de Universo Eléctrico). El problema es que la inmensa mayoría no tienen ni idea de que puedan existir otras teorías alternativas a los agujeros negros. Tampoco imaginan que nada alternativo pueda ser tomado en serio. Este artículo será una buena fuente básica de información para aquellos que se inician en la Cosmología del Plasma. Sin más rodeos quiero comenzar directamente con una gran pregunta y su respuesta inmediata y categórica: ¿Agujero negro? No. Es un plasmoide.

La Cosmología del Plasma es un modelo de Universo que reconoce la innegable importancia del plasma y de la fuerza electromagnética en el Cosmos. Durante décadas, los cosmólogos del plasma han reproducido exitosamente muchos fenómenos astrofísicos en los laboratorios.

Un Universo de plasma eléctrico predice y, de hecho, requiere de los omnipresentes y bien ordenados campos magnéticos. Estos, aunque reconocidos, no son incorporados ni fueron predichos por la Cosmología gravitatoria.

Durante décadas, se ha propuesto que en el centro de las galaxias no hay un agujero negro sino más bien un objeto físico. Este objeto real se ha reproducido y observado en laboratorios y se conoce como plasmoide. Probablemente nunca has oído a Neil deGrasse Tyson ni a Brian Cox hablar de plasmoides, pero eso no significa que no existan. Simplemente son defensores del modelo cosmológico aceptado y acordado por la ciencia academicista actual.

¿Qué es un plasmoide?

EL término plasmoide fue acuñado por el físico Winston H. Bostick en la década de los 1950. Bostick describió un plasmoide de la siguiente manera: «El plasma no se emite como una masa amorfa sino con la forma de un toroide».

Deberíamos tomarnos la libertad de llamar plasmoide a esta estructura con forma de toroide (donut). Es una palabra que significa «entidad plasma-magnética». El reconocimiento a Bostick se debe a haber realizado muchos experimentos en laboratorios de plasma. En ellos pudo reproducir con éxito la formación y evolución de «galaxias» espirales. En este artículo se explica con cierto detalle la naturaleza y propiedades de los plasmoides. Realmente también se atribuye a los plasmoides lo que los astrofísicos denominan «agujeros negros».

Plasmoide: simulación y creación en laboratorio
Plasmoide: simulación y creación en laboratorio

Con una gran expectación, el 10 de abril de 2019, la red científica colaborativa EHT (Event Horizon Telescopes), hizo pública la imagen de un supuesto agujero negro en el centro de la galaxia M87. El asunto es que la imagen es realmente una realidad virtual, tal como sucede con la mayoría de las imágenes de espacio profundo. Esto se debe a que los algoritmos utilizados fueron desarrollados para completar los huecos sin datos. En otras palabras, son los algoritmos que han desarrollado, sobre la base de su conocimiento y los supuestos sobre lo que están observando, los que han generando esta imagen. Es importante también aclarar que la famosa imagen del agujero negro no es una imagen óptica, pues lo que se ha utilizado son radiotelescopios.

Experimentos que modelan el objeto

Dieron por hecho que están buscando algo en el centro de la galaxia semejante en tamaño a una bola de golf en la Luna. Esto conlleva una gran oportunidad de poder construir la imagen con el aspecto de lo que realmente esperas «ver». Esto también ha ocurrido en ocasiones anteriores. Es como los detectores de ondas gravitacionales. Precisamente fueron construidos incorporando todas las suposiciones adecuadas para que pudiesen detectar ondas gravitacionales. Así, se sometieron a cientos de miles de escenarios, de modo que, obviamente, se extrajeron ciertas señales del ruido. Buscaban señales que eran increíblemente débiles, así que podríamos asemejarlo a intentar ver rostros entre las nubes. Yo lo llamaría, con cierto sentido del humor, las «pareidolias gravitacionales».

La noción de que los agujeros negros existen se basa en la teoría gravitacional. Según los científicos modernos, se deriva de la relatividad general de Einstein. Pero el problema con ella se describió en un sencillo experimento organizado por la BBC, en el que se deja caer, en una cámara de vacío, una bola de bolos junto a una pluma de ganso. Brian Cox concluyó en el vídeo que realmente no están cayendo, que es precisamente la idea de Einstein.

Universo Eléctrico. Un modelo sencillo y experimentos que la avalan

En otras palabras, todo es una apariencia. La única manera que tienes de librarte de eso es ignorar cualquier otra cosa que exista en el universo. Eso fue la tendencia de las matemáticas de la relatividad general y de la relatividad especial. La relatividad especial hace equivalentes a todos los observadores sin importar cómo se muevan, lo cual es un sinsentido. La única manera en la que puedes hacerlo es ignorar el resto del universo. Eso es así porque la mayor parte del movimiento será diferente para los diferentes observadores, con respecto al fondo de estrellas y materia del Universo. Así pues, se trata de un extraño tipo de percepción inducida por la teoría de Einstein.

El Universo Eléctrico ha seguido la guía científica de los cosmólogos del plasma. Estos físicos del plasma han realizado experimentos y desarrollado una teoría sencilla que explica que lo que hay en el centro de las galaxias es un plasmoide. El plasmoide es una concentración de energía electromagnética originada por corrientes eléctricas. Éstas fluyen a lo largo de brazos espirales hacia el centro de la galaxia, observado, a escala, en laboratorios de plasma especializados. Hablamos de un foco de plasma en el que existe un conductor central y un cilindro que lo rodea con una gran diferencia de potencial eléctrico entre ellos. Mediante un armario de condensadores se genera esa gran diferencia de potencial o carga eléctrica almacenada, que es liberada súbitamente.

La electrodinámica conforma el Universo

Lo que haces entonces es crear una descarga que circula a través del cilindro entre el electrodo central y su pared. Cuando llega al final se riza y vuelve hacia atrás sobre sí mismo. De esta manera se crea un pequeño plasmoide. Eric Lerner, en su libro «El Big Bang nunca ocurrió», publicado en 1991, nos aporta una explicación de todo este proceso y de la física que hay detrás de él. Es fácil de comprender, tiene sentido, se ajusta a la teoría electromagnética y lo dice todo acerca de la electrodinámica, que es el movimiento de las partículas cargadas. Y cuando piensas sobre ello, descubres que el Universo se forma a través del movimiento de partículas cargadas eléctricamente.

Movimientos estelares en una galaxia según el modelo de Universo Eléctrico
Movimientos estelares de una galaxia espiral según el modelo de Universo Eléctrico

Así pues, la fuerza que gobierna el Universo es la fuerza eléctrica y es la electrodinámica, no la gravedad, la que conforma el Universo. No estoy diciendo que la gravedad no existe, sería una barbaridad, pero sí digo que tiene mucha más importancia. De hecho, la fuerza eléctrica es 39 órdenes de magnitud más fuerte que la gravedad. En particular, en el caso de las galaxias espirales, su forma y la manera en que se mueven se explican fácilmente mediante la electrodinámica, no mediante la gravedad. Cuando concentras una gran cantidad de energía electromagnética en un pequeño plasmoide, la energía almacenada indica que parece tener más masa de la que podrías esperar en un espacio tan pequeño. El plasmoide presenta una morfología toroidal (donut). Por ese motivo es bastante probable que se diga que lo que vemos es un disco brillante de acreción.

Cómo la Cosmología del Plasma interpreta la imagen del supuesto agujero negro

Jet de la Galaxia M87
Vista del chorro relativista de materia de M87 emanando del agujero negro, tomada por el telescopio Hubble. Crédito: NASA

La acreción gravitacional no tiene absolutamente nada que ver con esto. Esto es electrodinámica. Entonces sí, pueden haber visto realmente un objeto resplandeciente con forma de donut, bastante brillante puesto que emite una cantidad increíble de radiación. En el centro, sin embargo, parece no haber nada. No es un agujero negro sino simplemente un plasmoide. Es únicamente cuando comienza a romperse que las fuerzas eléctricas y electromagnéticas son más fuertes. Y esto ocurre en el centro del donut. Cuando ocurre esta ruptura es cuando se forma el chorro (jet) energético. Es aquí cuando el modelo de agujero negro se convierte en un sinsentido, puesto que se supone que los agujeros negros atrapan todo. Eso contradice el fenómeno del chorro energético que sale expulsado hacia el exterior a lo largo de su eje de rotación.

Expliquemos algo más sobre estos chorros energéticos, qué son y cómo se forman. El plasmoide al fin y al cabo es plasma, es decir, una combinación de cargas positivas y negativas. La zona donde son forzadas a estar muy próximas es el eje central del donut. Cuando la densidad de estas partículas alcanza un valor crítico, los protones y electrones pueden llegar a unirse para formar un neutrón. El proceso que crea neutrones a partir de protones y electrones es parte de lo que se denomina interacciones débiles. Se puede resumir en la equivalencia siguiente: electrón+protón–>neutrón+neutrino. Los neutrones, por no tener carga, no están sujetos a las fuerzas electromagnéticas que mantienen confinadas a las cargas, por lo que escapan. Estos neutrones decaen en cuestión de minutos pero ese tiempo es suficiente para alcanzar velocidades relativistas y convertirse nuevamente en partículas positivas y negativas.

La física del plasma aporta una visión sencilla y coherente

Los electrones tienden a ser atrapados durante más tiempo por los potentes campos magnéticos que intervienen. Tienden a moverse a lo largo del chorro de manera helicoidal (tirabuzón) más fácilmente que los protones, más pesados. De esta manera se forma una gigantesca corriente eléctrica en el chorro expulsado del plasmoide. Se ha medido a través de los campos magnéticos que crean alrededor. Para entender la increíble energía liberada, la longitud del jet de la galaxia M87 es de unos 5.000 años luz. Por lo tanto, el entorno galáctico, su comportamiento y su apariencia pueden ser explicadas electromagnéticamente. Se ha hecho desde hace décadas por los cosmólogos del plasma.

Big Bang vs. Universo Eléctrico
Modelo Cosmológico del Big Bang contra Modelo Cosmológico del Plasma, mucho más sencillo y coherente

Pero por supuesto, los astrofísicos junto con esta sobre-especialización de la ciencia están creando muros entre la gente, incluso en la misma disciplina. A menudo es complicado encontrar en los medios ideas discutidas racionalmente basadas argumentos racionales incluso en departamentos univ ersitarios específicos. De alguna manera, nuestra educación institucionalizada y la investigación fallan. Esto es por lo que se desvían en enormes gastos con cosas como detectores de ondas gravitacionales, cuando ni siquiera se sabe qué es realmente la gravedad. Y no olvidemos el EHT, cuando incluso el concepto del horizonte de eventos de un agujero negro carece de sentido.

Las respuestas mienten todas al gestionar la historia real de la ciencia debido a que perdimos los papeles a finales del S.XIX y comienzos del S.XX. Es como si la raza humana hubiera enloquecido, política y científicamente. Y, por supuesto, la historia que se ha enseñado a los estudiantes, está «suavizada». Sólamente has oído hablar de la gente que ellos han querido que conozcas, pero no de aquellos con ideas contrarias al «consenso de la ciencia».

El callejón sin salida de la actual Cosmología gravitatoria

La idea general de un «consenso de la Ciencia» carece de sentido puesto que la verdad no es una cuestión de votos. Un acuerdo no hablado que flota detrás de esta clase de sensación es el supuesto de que no existe una base con la que se pueda dudar de los agujeros negros.

Aquí tienes una cuestión muy simple ¿Cuál sería tu respuesta a un astrofísico que te diga que la existencia de los agujeros negros es un hecho establecido? La cuestión que hemos de devolverle al astrofísico, ante cualquier declaración dogmática, es que defina la masa y la energía. La razón es que nos cuentan que estos agujeros negros poseen masas de millones o miles de millones de veces nuestro Sol. Y que esa descomunal masa está comprimida y que reside en una singularidad, un espacio subjetivo, un lugar «no definido».

Bien, una singularidad involucra el infinito. No estás hablando de física cuando introduces el concepto de infinito, pues el infinito es solamente un concepto, no es algo real, ni es una cosa medible u observable. Tampoco es un número, no puedes utilizarlo en las matemáticas que se enseñaba a los escolares cuando yo iba a la escuela. Pero es una palabra que se usa a menudo en referencia a los agujeros negros y también al Big Bang.

Es necesario adoptar un nuevo paradigma científico

Esto nos vuelve a llevar al libro de Eric Lerner y a preguntarnos por qué es tan importante leerlo. Desde el punto de vista de la física lo es, trata sobre estos asuntos. Los cosmólogos del plasma no manejan «infinitos», no tienen necesidad pues la fuerza eléctrica es mucho más poderosa que la gravedad. Se puede ignorar la gravedad. De hecho, lo han probado realmente con potentes simulaciones computacionales en sus experimentos. Pueden incluir el factor gravedad fácilmente en la simulación o pueden no incluirla. De forma categórica, el resultado final es el mismo.

Después de leer todo esto, espero que la semilla de la duda haya germinado en tu interior. Lo importante es que seas consciente de que la realidad puede no ser como la interpreta actualmente la Ciencia oficial. No debes olvidar que la Ciencia, a lo largo de los siglos, ha sufrido vuelcos importantes. Y seguirá ocurriendo. La astrofísica actual está llena de «oscuridad». En mi opinión, es necesario que se instale un nuevo paradigma científico, una nueva manera de ver e interpretar el Universo.

Te invito a completar esta información con la segunda parte del artículo: ¿Agujero negro o plasmoide? (2)

[ Fuente: «Wal Thornhill: Black Hole or Plasmoid? | Space News» adaptado por universoelectrico.info ]


4 comentarios en «¿Agujero negro o plasmoide? (1)»

  1. Hola Adolfo, con esto pasa lo mismo que con el calentamiento global/cambio climático, si pones en duda que esté produciendose tal evento y/o en caso de que se esté produciendo un cambio en el clima, dicho cambio no lo esté produciendo el ser humano al 100% con su actividad, automáticamente te conviertes en una suerte de hereje para con el nuevo dogma y la gente te mirará como si fueses un vicho raro o un «apestado». Es por esto que siempre es de agradecer diferentes puntos de vista sobre lo que se observa para fomentar la sana discusión e intentar llegar a conclusiones coherentes, o al menos, las más razonablemente ajustadas a las observaciones, es como aquello de la botella, ¿cómo está? ¿medio llena o medio vacía?, puede que de igual, lo importante es que hay algo más que aire en su interior.
    Un saludo

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