Vivimos inmersos en un enorme acumulador eléctrico


Vivimos inmersos en un gran acumulador eléctrico

El Universo es una vasta red de circuitos eléctricos, en cuyos focos de condensación de carga ha ido aglutinándose la materia. La Tierra y el Sol no son una excepción. Ambos forman parte de un gran circuito eléctrico.

Los satélites de la misión MMS (Magnetospheric Multiscale Satellites) fueron lanzados el 12 de marzo de 2015 con el fin de estudiar los campos electromagnéticos a los que está sometida la Tierra. Te aconsejo ver también AQUÍ también el post en esta misma web. Esta constelación de satélites, junto con las otras misiones GES (Geospace Electrodynamic Connections) y DRACO (Magnetospheric Constellation), son parte de un gran consorcio internacional conocido como Proyecto de Circuito Eléctrico Global.

Los MMS, junto con TIMED, ARTEMIS y otros satélites, analizan la influencia de Sol sobre la termosfera (ionosfera) de la Tierra. La termosfera se encuentra aproximadamente entre los 80 y los 1.000 km de altura.

El viento solar de partículas cargadas interactúa primero con las partículas atmosféricas de la termosfera. Sin embargo, esta región no está bien comprendida, especialmente desde que TIMED detectó que la termosfera disminuyó su temperatura unas diez veces desde 2002.

Las temperaturas de la termosfera dependen de la radiación solar que incide sobre ella. El oxígeno atmosférico se ioniza cuando absorbe luz ultravioleta. En ese momento se carga eléctricamente. Esa energía incrementa el movimiento molecular (calor). Aunque un termómetro de mercurio registraría en la termosfera una temperatura bajo cero, ésta podría llegar a 1.500 C durante un máximo solar.

Vivimos inmersos en grandes campos eléctricos

Existe un gran campo eléctrico entre el suelo y la ionosfera. Estos campos eléctricos forman parte de nuestro hábitat natural, que genera unos 10 picoamperios por metro cuadrado de suelo (1 pA = 10-12 A). Utilizando la fórmula Q = 4πR2ε0E = R2 E0/k, donde ε0 = permitividad del espacio libre (8,85 x 10-12 F/m), se demuestra que la Tierra posee una carga (Q) negativa de unos 500.000 C (culombios). 1 C equivale a 6,242 x 1018 electrones libres.

Vivimos inmersos en un gran acumulador eléctrico

Circuito Eléctrico Global de la Tierra. Crédito Rycroft et al. (2000). Clic para agrandar

La Tierra es parte de un circuito eléctrico dentro del Sistema Solar. Así, los ciclos solares influyen en nuestro entorno. Aunque la energía solar varía con el tiempo (ciclos de manchas solares), llega a ser menos de 0,1%. La electricidad del espacio se inyecta en la termosfera junto con corrientes masivas de Birkeland. La intensidad del flujo de carga eléctrica disminuye cuando el viento solar está en un mínimo. Esto, a su vez, disminuye la fuerza de la magnetosfera de la Tierra. Cuando baja su fuerza, ya no es capaz de desviar bien los rayos cósmicos.

Puesto que los rayos cósmicos llevan carga eléctrica, las colisiones entre partículas cargadas y neutras, arrastran con ellas moléculas de aire. De esa manera también influyen en el bajo nivel de nubosidad. Cuantas más nubes haya, más radiación solar se reflejará hacia el exterior. Las nubes blancas actúan como espejos ante la luz visible. Más reflexión significa menos energía solar, más nubosidad, etc…

El Sol está regresando a un estado de inactividad. La denominamos «mínimo solar». Se sigue investigando la correspondencia entre la fuerza del campo eléctrico, rayos cósmicos, magnetosfera, nubosidad y clima. No podemos seguir ignorando la influencia del Sol sobre nuestro clima, así como los acontecimientos atmosféricos a corto plazo.


Introducción al concepto de «Circuito Eléctrico Global» y a la electricidad atmosférica

[Fuente: «Charge exchange» adaptado por universoelectrico.info ]


Deja un comentario